sábado, 10 de agosto de 2013

MEGATENDENCIAS EN LA EDUCACION

MEGATENDENCIAS

En su libro, John Naisbitt describe y analiza cada una de estas reestructuraciones de la sociedad, las cuales sirve para entender de dónde venimos, dónde estamos y, quizás, hacia dónde vamos. En total son diez, que se enuncian como sigue:
1) De la economía industrial a otra basada en la información y en la construcción de conocimiento.
2) Alta tecnología con respuesta humana.
3) De una economía nacional a otra global (mundial)
4) De las planificaciones a corto plazo a esquemas de más largo alcance.
5) De la centralización a la descentralización.
6) De la ayuda institucional (heteronomía, política de camarillas y partidos)a la autoayuda
(autonomía, participación ciudadana).
7) De la democracia representativa a la participación ciudadana.
8) De un sistema de jerarquías a otro de intensa comunicación (sistemas de redes no formales).
9) Éxodo desde ciudades atiborradas hacia lugares más distantes y tranquilos
10) De opciones limitadas a múltiples (transformación de sociedades chatas y masificadas en otras más libres que permitan la libre elección).


La era de la economía industrial llegó a su fin y las estructuras ligadas a ella están siendo modificadas por los cambios tecnológicos introducidos en los últimos años, pero cuyas tendencias comenzaron a manifestarse desde mucho tiempo atrás. Estas transformaciones continúan en constante mutación.
En los tiempos que corren, además del trabajo físico debe evaluarse el conocimiento intelectual y el impacto de las tecnologías de la comunicación en la reducción de costos. La posibilidad de
permitir interactuar o concretar negocios instantáneamente soluciona problemas distributivos en transmisión de mensajes. El correo de continente a continente podía tardar días. Hoy el correo
electrónico permite propalar la misma comunicación en segundos. Los sistemas de combinación de información que integran el teléfono, el satélite y las computadoras se han constituido en una
plataforma informativa insuperable que transmite datos e interacción instantánea entre quienes se conectan.

La introducción de tecnología es imparable, no hay posibilidades de detener el desarrollo y la evolución que implica la informatización. Sin embargo, pese a su desarrollo, la tecnología no avanza en línea recta, es decir, no caben predicciones que supongan la desaparición de otras tecnologías aparentemente más atrasadas. Muchas veces ambas pueden convivir armoniosamente.
Cuando surgió la radio muchos pronosticaron la desaparición de los periódicos y no fue así.
Tampoco desapareció el cine cuando la televisión se impuso en los hogares, ni desaparecerá probablemente el trabajo en las oficinas, pese al auge de la economía virtual y el teletrabajo.
Los seres humanos tienen necesidades sociales que la tecnología no puede reemplazar. Esto significa que no desaparecerán los puntos de reunión y de contacto entre trabajadores o con los clientes o entre la gente en general, sólo que tendrán otra configuración.
En los albores de la sociedad industrial, las estructuras centralizadas y autoritarias en donde las decisiones se tomaban en la cúspide de la organización y eran acatadas sin más por todos los que debían obedecer órdenes, están llegando a su fin. Con la irrupción de medios informatizados, progresos en las comunicaciones e incremento de la educación en sendas capas de la población, estas estructuras resultan obsoletas e inútiles. Se requiere la participación, opinión y toma de decisiones compartidas de todos los miembros de una organización. La vieja “pirámide” se horizontaliza. Los niveles bajos elevan hacia la cúspide sus
opiniones.
Las estructuras grandes y centralizadas pertenecían al modelo de la sociedad industrial que requería mantener grandes instalaciones de personal, equipamientos, herramientas, capital y materiales en un mismo lugar para producir mejor y a escalas mayores. Las posibilidades de comprar desde una PC o los avances de la banca o el comercio electrónico ya no pertenecen al terreno de la ciencia ficción. Es de suponerse que el crecimiento de Internet modifique tal vez la forma de hacer negocios o de establecer empresas en una forma inusual e inimaginable hasta el presente.


“Las personas que sufren las consecuencias de una decisión deben poder participar del proceso que lleva a la adopción de la misma”. La ética de la participación se está extendiendo en un movimiento que se origina en las bases y se expande hacia la cúpula, exigiendo una representatividad cada vez mayor en el gobierno, la economía y el mercado. El principio conductor de esta nueva democracia participativa es que “el pueblo debe ser parte integrante
del proceso de toma de aquellas decisiones que afectan sus vidas”.
Ningún gobernante que pretenda mantenerse demasiado tiempo en el poder debería ignorar las necesidades de los ciudadanos a los que representa. El mayor nivel de educación de los gobernados lleva a incentivar reclamos y cuestionar actos de gobierno.
En las empresas, el concepto de responsabilidad social corporativa ha sido reemplazado por una política de compromiso directo con la sociedad. Por otro lado, el cambio de estructuras empresariales que da lugar a equipos de trabajo y pequeñas unidades autónomas y
autodirigidas es otro elemento indudable de apoyo a la participación en la gestión de gobierno.
Las estructuras antes eran piramidales. el poder, las decisiones y lo que había que comunicar se concentraba y originaba en la cúspide y luego se propalaba hacia abajo. A los empleados sólo les quedaba una opción: obedecer sin protestar ni cuestionar las directivas que emanaban de un poder omnímodo y absolutista.

La era de la información permite que aquellos individuos que antes no tenían poder porque no podían acceder al conocimiento, hoy lo tengan al instante y desde cualquier lugar. Cuando se toma conciencia de los derechos y se accede a la educación, ya no resulta posible someterse incondicionalmente a la autoridad. El surgimiento de las redes informáticas a través de Internet o Intranet permite conexiones entre distintos puntos geográficos, o desde la misma empresa mantenerse informados y comunicados al instante. Las posibilidades de aquellas organizaciones cimentadas desde las redes ofrecen lo que las burocracias no consiguen: el encadenamiento horizontal de información y la correspondiente aproximación interdisciplinaria entre distintos sectores que antes funcionaban como compartimientos estancos y hoy se unen gracias a la tecnología.


En una época el mundo era en blanco o negro, buenos o malos, lindos o feos. Los grises o, algo mejor, los vibrantes colores del arco iris no tenían cabida. La sociedad inmersa en un mercado
masificante y masificado acataba pacientemente los dictados de la publicidad. Las empresas producían lo que estimaban era conveniente que los usuarios consumieran. Los años pasaron y
las necesidades y las decisiones son otras. Ahora es el consumidor quien puede acceder al producto desde una PC y elegir entre una variedad de opciones cada vez más grande e individualizada. Incremento de familias unipersonales y la irrupción masiva de la mujer en el mercado de trabajo. Hoy, después de varios años, puede comprobarse que algunas tendencias siguen acentuándose y transformando la sociedad

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